La institución educativa comercial ciudad de Cali o común mente conocida como ciudad de Cali o Cideca una gran institución con sus altos y bajos como todos los colegios. Siempre presenta buenas y malas imágenes a la sociedad algo que es muy normal. ¿Pero a qué se debe? Quizás se deba a los estudiantes. El poco interés que cada vez más presentan estos individuos, personas que quieren jugar hacer adultos solo teniendo en sus manos una tarjeta de identidad; quieren hacer lo que quieren porque los mayores confían en ellos más de lo que deben. O quizás es la falta de afecto, aprecio y un poco de cariño que se les ha negado. O Puede que sea un acto de rebeldía hacía esas personas con las cuales se sienten inconformes. O Quizás la explicación sea más científica de lo que pensamos, es un mar de hormonas que nos invaden, que hacen que cambiar tanto nuestra forma física como intelectual haciéndonos mirar otros horizontes sin darnos cuenta del daño que podemos hacernos.
Es increíble que todo esto se viva en una institución, la cual está preparada para afrontar todo tipo de inconvenientes y que los soldados preparados para esta misión sean nada más y nada menos que aquellas personas a quienes le mentamos la madre a quienes no deseamos ver y siempre tratamos de evadirles. Y pensar que ellos son nuestro muro de contención nuestra línea de defensa o una inmensa barrera. Pero no siempre ha sido así aunque pocos lo admitan hemos tenido una relación de amistad con estos personajes que todos conocemos y lunes a viernes los vemos. Ese guarda de seguridad que tenemos detrás nuestro que nos persigue y nos acosa cuando cometemos algún “delito”. Esos a quienes en ocasiones queremos ver porque su trabajo es interesante y nos llama mucho la atención. Esas personas que nos premian cuando hacemos un excelente trabajo o ven nuestra dedicación o interés, esas que nos hacen corregir cuando nos equivocamos, esas personas que están ahí pero en ocasiones tratamos de evadirlas. Aunque nos regañen nos griten o en ocasiones nos insulten. En el fondo quieren lo mejor para sus pupilos, ellos siempre han hecho algo que pocos reconocemos, nos inyectan algo de responsabilidad, respeto, compromiso, lealtad y sociabilidad.
A ellos debemos darles las gracias por que juegan un papel muy importante en nuestra vida, esas personas no son nuestros parientes pero en ocasiones se comportan como si lo fueran. Aunque no parezca, si se preocupan por nosotros, ya sea colocando la falta de asistencia o preguntándole al del la izquierda porque faltó esa persona. Por mi parte estoy muy orgulloso y agradecido de estar estudiando en la prestigiosa INSTITUCION EDUCATIVA COMERCIAL CIUDAD DE CALI y sobre todo de estar compartiendo con estas personas que nos ablandan y nos moldean para ser personas de bien, y ser personas útiles a la sociedad de igual manera se que un gran número de personas piensan así , pues los mejores años de nuestra vida se viven en una institución.
De igual manera se les debe agradecer el esfuerzo, dedicación y paciencia que ponen de lunes a viernes cada vez que nos encontramos en nuestro segundo hogar.
Víctor José Romero 11-4
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